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35 [vijfendertig] Op het vliegveld

Querría hacer una reserva de avión para Atenas.	Ik wil graag een vlucht naar Athene boeken.
¿Es un vuelo directo?	Is dat een directe vlucht?
En la ventana y para no fumadores, por favor.	Een plaats bij het raam, alstublieft, niet-rokers.
Querría confirmar mi reserva.	Ik wil graag mijn reservering bevestigen.
Querría anular mi reserva.	Ik wil graag mijn reservering annuleren.
Querría cambiar mi reserva.	Ik wil graag mijn reservering omboeken.
¿Cuándo sale el próximo vuelo para Roma?	Wanneer gaat het volgende toestel naar Rome?
¿Quedan dos plazas libres?	Zijn er nog twee plaatsen vrij?
No, sólo queda una plaza libre.	Nee, wij hebben nog maar één plaats vrij.
¿Cuándo aterrizamos?	Wanneer landen we?
¿Cuándo llegamos?	Wanneer zijn we er?
¿Cuándo sale el autobús que va al centro de la ciudad?	Wanneer rijdt er een bus naar het centrum van de stad?
¿Es ésta su maleta?	Is dat uw koffer?
¿Es ésta su bolsa?	Is dat uw tas?
¿Es éste su equipaje?	Is dat uw bagage?
¿Cuánto equipaje puedo llevar?	Hoeveel bagage mag ik meenemen?
Veinte kilos.	Twintig kilo.
¿Cómo? ¿Sólo veinte kilos?	Wat, maar twintig kilo?

Soliloquios

Cuando alguien habla consigo mismo, resulta un tanto extraño para quienes lo oyen. Sin embargo, hablar con uno mismo de forma regular es una práctica casi universal. Los psicólogos consideran que más del 95 por ciento de las personas mayores lo hace. En juegos, los niños hablan casi siempre consigo mismos. Los soliloquios representan, por tanto, una práctica completamente normal. Tan solo se trata de una forma especial de comunicación. ¡Y tiene muchos beneficios hablar con uno mismo de vez en cuando! Ya que al hablar ordenamos nuestros pensamientos. Los monólogos son momentos en los que emerge nuestra voz interior. Podría decirse que se trata de un pensar en voz alta. Las personas distraídas son las que con mayor frecuencia suelen hablar consigo mismas. Estas personas tienen una determinada área cerebral menos activa. Por eso se organizan peor. Pero a través de los soliloquios consiguen llegar a ser más metódicas. Los monólogos también pueden ayudarnos a tomar decisiones. Y representan un buen método para aliviar el estrés. Hablar con uno mismo favorece la concentración y nos hace más productivos. Porque decir algo en voz alta requiere más tiempo que solamente pensarlo. Somos más conscientes de nuestros pensamientos cuando los expresamos con palabras. Resolvemos mejor las pruebas difíciles cuando hablamos con nosotros mismos. Así lo han revelado diferentes experimentos. Mediante los soliloquios también podemos animarnos a nosotros mismos. Numerosos atletas se motivan hablando consigo mismo. Es una pena, sin embargo, que la mayoría de las veces solo hablemos con nosotros en situaciones adversas. Deberíamos intentar siempre formular todo en términos positivos. Y tendríamos que hacer una revisión de nuestros deseos. Es así como podemos influir positivamente en nuestras acciones por medio de nuestras conversaciones. Por desgracia, ¡esto solo funciona cuando somos realistas!