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93 [deviņdesmit trīs] Palīgteikumi ar vai

No sé si me quiere.	Es nezinu, vai viņš mani mīl.
No sé si volverá.	Es nezinu, vai viņš nāks atpakaļ.
No sé si me llamará.	Es nezinu, vai viņš man piezvanīs.
¿Me querrá?	Vai viņš mani mīl?
¿Volverá?	Vai viņš nāks atpakaļ?
¿Me llamará?	Vai viņš man piezvanīs?
Me pregunto si piensa en mí.	Es jautāju sev, vai viņš domā par mani?
Me pregunto si tiene a otra.	Es jautāju sev, vai viņam ir kāda cita?
Me pregunto si miente.	Es jautāju sev, vai viņš melo?
¿Pensará en mí?	Vai viņš domā par mani?
¿Tendrá a otra?	Vai viņam ir kāda cita?
¿Estará diciendo la verdad?	Vai viņš saka patiesību?
Dudo que le guste realmente.	Es šaubos, vai es viņam patiešām patīku.
Dudo que me escriba.	Es šaubos, vai viņš man rakstīs.
Dudo que se case conmigo.	Es šaubos, vai viņš mani precēs.
¿Le gustaré realmente?	Vai es viņam patiešām patīku?
¿Me escribirá?	Vai viņš man rakstīs?
¿Se casará conmigo?	Vai viņš mani precēs?

Los idiomas de la Unión Europea

La Unión Europea está formada por más de veinticinco países. Más naciones se integrarán en la UE en un futuro no lejano. Con cada nuevo país se incorpora también una nueva lengua. A día de hoy, en la UE se hablan más de veinte lenguas diferentes. Todas las lenguas de la Unión Europea tienen los mismos derechos. La diversidad lingüística es fascinante. Aunque también puede acarrear algunos problemas. Los escépticos opinan que tantos idiomas son un estorbo para la UE. Impiden una cooperación eficiente. Algunos creen, así pues, que debería establecerse una lengua común. Todos los países deberían utilizar esta lengua para comunicarse entre sí. Pero no es tan sencillo. No se puede elegir un único idioma como idioma oficial. Los otros países se sentirían en inferioridad de condiciones. Y no existe en realidad ninguna lengua neutral en Europa… Tampoco funcionaría una lengua artificial como el esperanto. Porque la cultura de una nación se refleja siempre en la lengua. Por eso no hay un solo país que quiera renunciar a su lengua. Cada nación ve en su idioma una parte de su identidad. La política lingüística es uno de los asuntos más importantes de la agenda de la UE. Existe incluso un comisario para temas relacionados con el multilingüismo. La UE cuenta con el mayor número de traductores e intérpretes del mundo. Aproximadamente 3.500 personas trabajan para hacer posible el entendimiento lingüístico. Sin embargo, no se pueden traducir todos los documentos. Esto sería demasiado costoso, tanto en tiempo como en dinero. La mayor parte de los documentos se traducen a unas pocas lenguas. Este gran número de lenguas representa uno de los mayores desafíos de la UE. ¡Europa debe avanzar en su unión sin tener que renunciar a las diversas identidades que la definen!