español » checo | 86 [ochenta y seis] | Preguntas – Pretérito 2

86 [osmdesát šest] Otázky – minulý čas 2

¿Qué corbata te pusiste?	Jakou kravatu jsi měl na sobě?
¿Qué coche te has comprado?	Jaké auto sis koupil / koupila?
¿A qué periódico te has suscrito?	Které noviny sis předplatil / předplatila?
¿A quién ha visto (usted)?	Koho jste viděl / viděla?
¿A quién se ha encontrado (usted)?	Koho jste potkal / potkala?
¿A quién ha reconocido (usted)?	Koho jste poznal / poznala?
¿A qué hora se ha levantado (usted)?	Kdy jste vstával / vstávala?
¿A qué hora ha empezado (usted)?	Kdy jste začal / začala?
¿A qué hora ha terminado?	Kdy jste skončil / skončila?
¿Por qué se ha despertado (usted)?	Proč jste se vzbudil / vzbudila?
¿Por qué se hizo (usted) maestro?	Proč jste se stal / stala učitelem / učitelkou?
¿Por qué ha cogido / tomado (am.) (usted) un taxi?	Proč jste si vzal / vzala taxi?
¿De dónde ha venido (usted)?	Odkud jste přišel / přišla?
¿A dónde ha ido (usted)?	Kam jste šel / šla?
¿Dónde ha estado (usted)?	Kde jste byl / byla?
¿A quién has ayudado?	Komu jsi pomohl / pomohla?
¿A quién le has escrito?	Komu jsi napsal / napsala?
¿A quién le has respondido / contestado?	Komu jsi odpověděl / odpověděla?

Consejos contra el olvido

Aprender no siempre resulta sencillo. Incluso cuando nos divierte puede resultar agotador. Pero nos alegramos cuando conseguimos aprender algo. Estamos orgullosos de nosotros mismos y de nuestros progresos. Desafortunadamente, también es posible olvidar lo que hemos aprendido. Esto es un problema frecuente en el caso concreto de los idiomas. La mayoría de nosotros aprende uno o varios idiomas en el colegio. Muchas veces, tras el período escolar, este conocimiento se pierde. Difícilmente tenemos ocasión de volver a hablar las lenguas aprendidas. En nuestra vida cotidiana nos manejamos exclusivamente con nuestro idioma materno. El resto de los idiomas los utilizamos solo en vacaciones. Pero si un saber no se activa de forma regular, entonces se le olvida. Nuestro cerebro necesita entrenamiento. Podríamos compararlo con un músculo. Este músculo hay que ejercitarlo, si no se debilita. Pero existen medios de combatir el olvido. Lo más importante es aplicar regularmente los conocimientos aprendidos. Seguir unos ‘rituales’ fijos nos puede servir de ayuda. Podemos planificar un pequeño programa para diferentes días de la semana. Por ejemplo: leer un libro en el idioma en cuestión el lunes. Escuchar una emisora extranjera el miércoles. El viernes escribir un diario en la lengua que no queremos olvidar. Así se combina lectura, audición y escritura. En consecuencia, los conocimientos se activan por diferentes vías. Todos estos ejercicios no deben durar demasiado; con media hora es suficiente. ¡Pero sí que es importante realizarlos con regularidad! Los estudios muestran que lo que aprendimos una vez permanece en nuestro cerebro durante décadas. Se trata simplemente de sacarlos del cajón...